A veces estás explicando algo a un compañero de trabajo, o en una clase a alumnos, y de repente algo hace click en tu cabeza. En ese momento te das cuenta de que lo que estás explicando lo comprendes mucho mejor que antes, e incluso pones ejemplos que no habías pensado. Entonces te alegras y esbozando para tí una media sonrisa te dices: ahora hasta yo lo entiendo mejor y soy capaz de explicarlo aún mejor.
Ese click es el pensamiento lateral. Sin darnos cuenta, al pensar en cómo nos puede entender mejor el que nos escucha, cambiamos nuestro punto de vista y la forma habitual de pensar.
Digamos que la cerveza puede facilitar el pensamiento lateral, pero ayer fue al revés, hablando del pensamiento lateral decidimos tomarnos otra cerveza...
Ese click es el pensamiento lateral. Sin darnos cuenta, al pensar en cómo nos puede entender mejor el que nos escucha, cambiamos nuestro punto de vista y la forma habitual de pensar.
Digamos que la cerveza puede facilitar el pensamiento lateral, pero ayer fue al revés, hablando del pensamiento lateral decidimos tomarnos otra cerveza...
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